Realiza un apasionante viaje a bordo de un tren del siglo pasado, y descubre una manera especial de conocer la historia y riqueza monumental de El Escorial.
¡Felipe II! El constructor del palacio-monasterio, el mísmisimo rey del imperio español en la época de su máximo apogeo, donde “nunca se ponía el sol”.
Disfrutarás de la belleza de los paisajes, de la singularidad del tren y de una lección de Historia amena y divertida.
El Real Sitio, el conjunto histórico de San Lorenzo, el Bosque de Felipe II (La Herrería) y los Jardines del Fraile.
El Monasterio cuenta con más de 4.000 estancias, 2.673 ventanas, 1.250 puertas, 45.000 libros y 1.600 cuadros. Te encantará si te gustan: Los paisajes naturales, los edificios históricos y los grandes monumentos.
El Tren de la Fresa permite conocer de primera mano cómo eran los viajes a principios del siglo pasado, a bordo de unos coches de madera con casi un siglo de vida.
La alta burguesía madrileña, que se traslada a Aranjuez a disfrutar de los jardines del gran Palacio Real y de sus otros encantos, o los hortelanos que ofrecen sus productos.
Degustación de la fresa de Aranjuez y bellos paisajes. ¡Déjate seducir por el suave traqueteo del tren!
El Palacio Real, la Real Casa del Labrador, el Museo de Falúas, los jardines, el casco histórico, sus bodegas y la ribera del Tajo tan frecuentada en otros tiempos por la monarquía.
El tercer sábado de mayo, el Tren de la Fresa está dedicado al Festival de Música Antigua de Aranjuez, con horarios y actividades especiales.